Simón Perera, biotecnólogo y director de @BCNspiracy | #CienciaArcoíris

Hoy en #CienciaArcoíris conocemos a:

Simón Perera (@SimonPerera), biotecnología

Simón Perera es Licenciado en Biotecnología y MSc en Antropología Biológica. Business developer en ProtoQSAR (bioinformática, toxicología computacional) y soporte a la investigación en GonzálezLab (biología evolutiva, IBE-UPF). Anteriormente ha sido investigador en bioinformática de la evolución humana en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), project manager y business developer en biología de sistemas, y coordinador de Bioinformatics Barcelona (asociación de entidades relacionadas con la bioinformática). También dirige el evento barcelonés de divulgación científica ‘BCNspiracy‘, y participa como técnico de asesoría científica en la iniciativa ciudadana ‘Ciencia en el Parlamento’.

¿Apuestas por la divulgación? ¿Qué te motiva a hacerlo? ¿Cuál es tu formato preferido?

La divulgación forma una parte esencial de la cadena de valor de la investigación, que en realidad no es «flecha», como solemos pensar, sino un círculo virtuoso. Alcanzar el conocimiento es el objetivo fundamental de la ciencia, y esto no se consigue del todo hasta que el conocimiento esté en manos de toda la sociedad. Pero no se trata solo de un acto generoso o de responsabilidad moral del científico. La inversión de tiempo y recursos en divulgación vuelve a la ciencia, pues hace a la sociedad más formada e interesada en la ciencia, y por tanto facilita la inversión política en ciencia, tan necesaria para poder responder a los grandes retos sociales tanto mediante investigación aplicada como mediante investigación básica. Y no se acaba aquí: esta inversión económica en ciencia retorna a la sociedad, en forma de menos problemas, pero también en forma de nuevas tecnologías que aumentan la riqueza del país.

Estoy particularmente orgulloso del formato de divulgación que creamos en Barcelona y que este año organizará su 4ª edición, BCNspiracy. A través de dos jornadas de charlas cortas, el público se lo pasa muy bien mientras aprende de temas científicos de todo tipo: neurociencia, medicina, geología, matemáticas, lingüística… Y además, una de las jornadas es específica para institutos, con ponentes muy jóvenes con los que se pueden sentir más identificados y conectar. Ese es otro de los puntos que me gustan: no solo traemos a ponentes reconocidos, sino que acogemos ponentes totalmente noveles y les ayudamos en todo el proceso de creación de la charla, desde el guion hasta el lenguaje corporal. Algunos de nuestros ponentes más exitosos han sido totalmente «novatos», y han comenzado con nosotros su carrera divulgativa, llegando hasta FameLab, ¡y seguro que mucho más allá!

¿Por qué es importante la visibilización del colectivo en el ámbito científico?

Parece que la ciencia, en su búsqueda por la objetividad, olvidó durante una larga temporada que, en el fondo, se necesitan personas para investigar, para «hacer la ciencia». Y cuando olvidamos que estamos tratando con personas, y que las personas son diversas, pasa siempre lo mismo: las personas que pertenecen a colectivos minorizados (que no «minoritarios») tienden a desaparecer o a pasarlo peor. En ciencia, esto pasa con las mujeres, como afortunadamente estamos cada vez más concienciades, pero también pasa con las personas racializadas, las personas LGTBIQA+, las personas de entornos socio-económicos empobrecidos, las personas con diversidades funcionales, etc.

Hoy en día, sabemos que esto afecta a las personas LGTBIQA+ en todas las etapas de su carrera científica: tienden a elegir menos carreras científicas, tienden a abandonarlas más, tienden a encontrarse con un techo de cristal. Sufren discriminación, acoso y armarización (es decir, miedo a sufrir acoso o discriminación si salen del armario). Pero no tenemos datos suficientes en España, porque la invisibilización total de las personas LGTBIQA+ -la «aniquilación simbólica» que hemos sufrido- ha hecho que hasta hace muy poco nadie se planteara la necesidad de estudiar qué problemas específicos tenemos las personas LGTBIQA+ en ciencia y qué se debe hacer para mejorar nuestras condiciones de trabajo y, por lo tanto, la ciencia de nuestro país. Porque, y esto es muy importante: sabemos que aumentar la diversidad de los equipos científicos es mejor para la ciencia.

¿Has sufrido discriminación en el laboratorio o centro de trabajo? ¿Lo denunciaste?

Yo, personalmente, no he sufrido casos de discriminación abierta o personal, ni casos de acosos. Soy del «70% afortunado» entre les científiques LGTBIQA+, una cifra de afortunados que baja mucho cuando hablamos de mujeres LTBIQA+ (50%) o personas trans (70 %). Es decir: entre las personas LGTBIQA+, el 30 % del total, 50 % de las mujeres, y 70 % de les trans han sufrido discriminación o acoso claros. Esto es gravísimo.

A mí me impactó el caso de un par de amigos míos, que comenzaban su doctorado en una universidad privada catalana, y les dijeron que debían ir al psicólogo por ser gays. En la universidad se habían enterado por las redes sociales. Esto acabó prematuramente con sus carreras académicas. Es intolerable que esto pase en un sistema científico, máxime cuando este se alimenta en gran parte de ayudas públicas, pues esto supone que el Estado, a través de la financiación del sistema científico, llega a alentar la discriminación.

Pero aún hay más. En realidad, todas las personas LGTBIQA+ hemos sufrido discriminación en nuestros centros de trabajo, y la seguimos sufriendo en mayor o menor grado, aunque la hayamos normalizado tanto que ni lo consideremos una forma de discriminación. Pero todes nos planteamos si podremos salir del armario, o cómo, o cuándo tendremos que hacerlo. Esta presión social que dificulta ser quien verdaderamente somos es un caso de discriminación. Y el 40 % de las personas LGTB+ lo pasa aún peor: salen del armario en su vida personal.

¿Cómo podemos lograr una ciencia más inclusiva?

Mi apuesta es hacerlo de manera integral y transversal. Es decir, trabajando por mejorar todos los aspectos en que la ciencia ejerce, promueve o apoya la discriminación (o infelicidad) de las personas LGTBIQA+. Aparte de los problemas de armario, discriminación y acoso, la ciencia promueve la discriminación cuando patologiza realidades LGTBIQA+ como la de las personas trans, o cuando no tiene en cuenta la perspectiva LGTBIQA+ en sus investigaciones. Hemos entendido finalmente que hay que investigar con perspectiva de género, tenemos que dar el paso a investigar también con otras diversidades en mente, como la perspectiva LGTBIQA+. Y el sector de la ciencia promueve la discriminación cuando, irresponsablemente, no desmiente los malos usos que se hacen del conocimiento para discriminar a las personas LGTBIQA+, como cuando se usan nociones anticuadas de sexualidad para negar, patologizar o marginar a las personas trans, por poner solo un ejemplo.

Por otro lado, hablo de transversalidad porque la ciencia no existe sola, sino que existe en una matriz profesional y social. En nuestro sistema científico, la ciencia es inseparable de la tecnología y la innovación. Por eso hace un año creamos PRISMA, la asociación para la diversidad afectivo-sexual y de género (esto es: LGTBIQA+) en ciencia, tecnología e innovación. Y desde PRISMA trabajamos en colaboración con todos los agentes implicados: las instituciones científicas, tecnológicas y de promoción de la innovación, así como las entidades LGTBIQA+ y las instituciones gubernamentales relevantes. En este año hemos identificado un montón de acciones necesarias, y estamos trabajando para implementarlas: conocer las experiencias LGTBIQA+ en el sector, promover centros de investigación y universidades respetuosos con la diversidad, informar a la comunidad científica sobre la realidad LGTBIQA+ e impulsar la adopción de una perspectiva LGTBIQA+ en investigación…

Por ello, me gustaría hacer una llamada a todas las personas LGTBIQA+ (y aliades) que trabajen en ciencia, tecnología e innovación: en PRISMA nos encantaría conoceros, saber qué necesitáis, cómo podemos apoyaros y conocer qué podemos hacer juntes para llegar entre todes, lo más rápido posible, a un mundo en que la ciencia, la tecnología y la innovación no sean vehículos de la LGTBIfobia, sino verdaderos actores de transformación en un mundo que sea mejor para todes.

Conoce a más protagonistas en #CienciaArcoíris. 😉

Lydia Gil

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