Melania Guerra (la Tica Polar), oceanógrafa | #MujeresDivulgadoras

Hoy en #MujeresDivulgadoras edición latina nos vamos a Costa Rica para conocer a:

Melania Guerra (la Tica Polar), oceanógrafa

Melania Guerra (@melania_guerra). Desde muy pequeña estaba fascinada con la exploración del espacio y del océano, así que estudié ingeniería mecánica en la Universidad de Costa Rica para entender cómo la tecnología podía ayudarnos a explorar y visitar esos mundos.

Después me surgió la oportunidad de trabajar un año en el Centro Espacial Johnson de la NASA (Houston). Trabajé en el equipo que dirigía Franklin Chang, un astronauta originario de Costa Rica, que estaba haciendo pasantías para que los costarricenses recién graduados de ingeniería trabajaran en su laboratorio donde construía un cohete de plasma. ¡Fue un periodo muy emocionante! Entre otras cosas, porque coincidió con la última misión espacial de Franklin Chang y pude ver en directo el despegue de su nave hacia la Estación Espacial Internacional.

También conocí a la astronauta Megan McArthur que originalmente era oceanógrafa. Ella me habló sobre cómo las habilidades que uno practica como oceanógrafa (trabajar en barcos, estar en altamar durante largos periodos, trabajar en equipo en circunstancias riesgosas) son la mejor práctica y el mejor entrenamiento para ser una buena candidata a astronauta. Y ahí me surgió la inquietud de estudiar oceanografía, así que cursé la Maestría y Doctorado en la Universidad de California.

Fui investigadora en la Universidad de Cornell y la Universidad de Washington. Mi línea de investigación estaba centrada en el estudio de los sonidos que producen los mamíferos marinos y el impacto que sufren por la contaminación acústica que provocan las actividades industriales, en las áreas del Océano Ártico que están dramáticamente afectadas por el cambio climático.

En 2015 sentía que ya había generado suficiente ciencia y empecé a darme cuenta que ese conocimiento no estaba llegando a manos de los tomadores de decisiones. O que tal vez que cuando llegaba, no lo entendían y nadie se estaba tomando el tiempo de explicárselo: para saber qué hacer y para que tuvieran herramientas para aplicarlas a la creación de políticas públicas. Así que en 2017 decidí abandonar el mundo académico y dar el salto al mundo de la diplomacia científica.

Durante 2018 me desempeñé como Nippon Fellow en las División de Asuntos Marinos de las Naciones Unidas en Nueva York en el área de gobernanza de los océanos y derecho multilateral.

Fue un año que me inspiró a querer estudiar más, así que recientemente empecé una Maestría en Políticas Públicas en la Universidad de Princeton. Este programa ejecutivo está diseñado para profesionales con más de 10 años de experiencia laboral y ofrece una especialidad en Ciencia, Tecnología y Política Ambiental, que casa perfectamente con mi ambición de hacer el conocimiento científico relevante e influyente en la toma de decisiones, especialmente para la acción climática y la conservación del océano.

¿Por qué es importante la divulgación para la sociedad?

Cuando pasó el accidente del transbordador Columbia, que explotó cuando regresaba de su misión, yo acaba de volver a Costa Rica. Los medios me buscaron para contar mi experiencia en la NASA, para que explicara qué había pasado con el accidente, qué era lo que había podido fallar. Era bastante joven, ya que tan sólo tenía 23 años. ¡Y de pronto, querían entrevistarme en los medios y periódicos! Fue una experiencia que me marcó mucho, porque me di cuenta del privilegio que había tenido de trabajar en ese lugar tan especial, pero también de la responsabilidad que eso conllevaba.

Siento eso nuevamente cuando voy al Ártico o a la Antártica. Cuando tengo estas oportunidades tan especiales, me recuerda que conlleva una responsabilidad de comunicarlo y compartirlo con tantísimas otras personas que no tienen ese privilegio u oportunidades.

Así que desde mi perspectiva creo que es una obligación hacer que esa información, experiencia y conocimiento no sólo se quede conmigo, sino que sea difundido a la mayor cantidad de personas. Y específicamente en temas de cambio climático y científicos, creo que es importante divulgar, porque así es como se genera una sociedad más educada y más alfabetizada en ciencia.

De esta forma, ante situaciones como esta pandemia, en el momento de solicitar a las personas que se queden en su caso o que usen mascarillas, si la ciudadanía tuviera más formación científica, creo que estaría más dispuesta a seguir las recomendaciones en vez de sumarse a teorías de la conspiración.

Una sociedad que está acostumbrada a absorber ciencia, empieza a entender que la ciencia crece paulatinamente, y que tal vez, lo que ayer sabíamos no eran tan bueno como lo que sabemos hoy. Pero entienden que eso no significa que ayer estuviéramos equivocados, sino que saben que la ciencia se va construyendo de a poquito, como poniendo un poquito encima de lo que había ayer.

Además creo que simplemente por sentir agradecimiento o conexión con el planeta, para mí no hay nada más fascinante que entender la ciencia. Creo que se ve diferente el mundo cuando contemplas un atardecer y entiendes la física que está detrás de los colores del cielo; o si estás en contacto con un animal como un oso polar o lo que sea. Creo que uno valora más cuando entiende todo lo que hay detrás de esos entornos y ecosistemas. Sobre todo en un mundo donde todo eso actualmente está en riesgo. Creo que entre más asombro nos genere y la ciencia genera asombro, un árbol gigante, una secuoya en un bosque en California, creo que más obligación vamos a sentir por protegerlo y vamos a entender que todo está conectado.

Mi mensaje a la hora de divulgar ciencia del Ártico y de la Antártica es hacer que la gente se sienta conectada con esos lugares. Y es que aunque estemos en el trópico en Costa Rica o un lugar muy alejado, hay algo siempre que nos mantiene interconectados con esos entornos y esos ecosistemas.

¿Qué te motiva a apostar por la divulgación?

Lo más reconfortante es cuando recibo mensajes de las mujeres jóvenes que me dicen que las inspiré a seguir algo que las apasiona. Les doy la valentía para superar algún tipo de obstáculo que estaba impidiéndoles a considerar que podían ser parte del mundo científico. ¡Esos mensajes en especial me motivan montones!

Con las niñas me gusta mucho hacerlas que se cuestionen cosas y sembrar curiosidad en ellas. Cuando la gente me dice que no sabía algo que les conté y que les inspiré a meterse a Internet y a leer más y buscar más información. Simplemente con sembrar la semilla de la curiosidad, creo que es el mejor pago o remuneración para trabajar en la divulgación.

También me gusta hacer visibles las historias de mujeres que han abierto camino y que la historia no nos ha contado. Me parece que la historia de Marie Curie todo el mundo se la sabe, pero hay muchísimas otras mujeres en la ciencia. Por ejemplo, Eunice Foote, la mujer que descubrió el cambio climático y que prácticamente ha sido borrada de este descubrimiento. O Kathryn Sullivan, la primera mujer llegó al fondo del mar, y que casi no tuvo repercusión en los medios. Así que me gusta usar mis redes sociales para explicar ese tipo de contenidos y recordarles que esos techos de cristal todavía existen para las mujeres.

¿Cuál es tu formato preferido?

Creo que no hay nada que supere dar una presentación en persona. Dar una charla o paneles de preguntas y respuestas. Pero en época de pandemia tener que hacerlo por Zoom, se ha vuelto algo necesario.

También, me gusta mucho usar Instagram (ticapolar) y me encanta hacer stories.

Aunque la verdad es que siempre estoy interesada en saber qué es lo más efectivo, cuáles son los medios que más le llegan a la gente y qué es lo que es más conduce a un cambio de actitud y comportamiento. Quiero aprender de otras personas que lo hacen bien. Sé que por ejemplo a mucha gente le sirven los vídeos de YouTube. De momento yo no lo he probado, porque creo que hay que dedicarle mucho tiempo. Pero conozco gente que ha tenido muchísimo éxito y que han alcanzado unas audiencias gigantes con sus canales.

¿Quién es tu científica favorita? ¿Por qué?

Kathryn Sullivan, la primera mujer estadounidense en caminar por el espacio. Después de su retiro de la NASA, fue la secretaria de la NOOA que es como la NASA del océano, porque ella fue originalmente oceanógrafa.

Durante el gobierno de Obama fue la administradora de NOOA, así que hizo un brinco como el que estoy tratando de hacer yo al mundo de la toma de decisiones y política pública. Durante ese periodo enfocó mucho su labor a esa cercanía y conexión con la que hay estudiar el océano y hacerlo con tecnologías espaciales. Ese vínculo me parece muy interesante. Ahora hay unas tecnologías satelitales que nos abren los ojos y nos da una cantidad de datos que hace unas décadas nos hubiera sido imposible.

Kathryn Sullivan ha sido la primera persona que se ha sumergido en lo más hondo del océano. Hizo su inmersión junto a Victor Vescovo, un explorador que construyó su propio sumergible y la llevó a ella como símbolo de ser la primera mujer que dio un paseo espacial y la primera en sumergirse hasta el fondo del mar. Me parece increíble que la gente no conozca su nombre y su historia, después de todos esos éxitos que ha tenido.

A pesar de que muchas veces conocemos los nombres de los hombres que han llegado al fondo del mar o el primero en llegar a la luna, cuando eso lo hace una mujer, esos nombres no se documentados tan bien. Así que siempre trato de contar su historia, sobre todo porque se trata de personas que todavía están vivas, que podemos aprovechar y podemos sacarles tanta información y conocimiento a sus experiencias.

Quisiera que más gente las conociera y que se volvieran en modelos a seguir, porque tenemos muchos de esos en el mundo del entretenimiento, en los deportes, en la música. Pero necesitamos convertir a los científicos y científicas en héroes y heroínas que la gente admira y que ve en ellos cualidades que deberíamos imitar.

Esa sed por descubrir, ese trabajo duro que hacen que están dispuestos a hacerlo sin querer figurar, sin que sea por la atención que van a recibir, sino simplemente por el hecho de la contribución que se hace a la humanidad. Así que creo que todo este tipo de personas tienen unas cualidades que muchos de nosotros podemos aprender y por eso me gusta mucho rescatar su ejemplo y seguirlo a nivel personal en lo que se pueda.

Conoce a más protagonistas en #MujeresDivulgadoras😉

Lydia Gil

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