Hoy en #MujeresDivulgadoras edición latina nos vamos a México para conocer a:
Alejandra Ortiz, ecóloga y comunicadora científica
Soy Alejandra Ortiz. Estudié biología y luego un doctorado en ecología evolutiva en la UNAM. Me dedico desde hace muchos años a la educación y comunicación pública de la ciencia en varios medios y para diversos públicos, sobre todo divulgación escrita y podcasts para jóvenes y adultos. Actualmente hago, junto con Leonora Milán, Mándarax, un podcast de ciencia en el que nos divertimos mucho. El año pasado publiqué «El Libro de las Investigaciones Medianamente Serias», en el cual también me divertí mucho escribiéndolo. Siento que en 2019 logré mi primer nivel de súper sayayín, y aunque 2020 ha sido un año raro, siento que la transformación continúa. En Twitter soy @alita_emo.
¿A qué te dedicas?
Trabajo freelance en varios proyectos. Algunos educativos, otros de divulgación de la ciencia. Trabajo con museos, me comisionan artículos para revistas, hago Mándarax, colaboro con guiones para animaciones… sobre todo me dedico a escribir, porque todos esos proyectos se basan en algo escrito.
¿Por qué es tan importante la divulgación para la sociedad?
Hay varias razones. Dos muy sobadas (y no por eso menos importantes, al contrario) son que la ciencia en general está hecha con recursos públicos, y por eso está la consideración ética y política de divulgar a la sociedad lo que se hace con el dinero que puso la sociedad; y que el conocimiento científico es en nuestra cultura una piedra angular para la toma de decisiones a varios niveles, y por lo tanto divulgar la ciencia otorga herramientas para conducir con más información esas decisiones.
Para mí personalmente es importante la divulgación para la sociedad porque el conocimiento y entendimiento de la ciencia me parece que son elementos que enriquecen la vida. La enriquecen al ver las cosas de diferente manera, al conocer de explicaciones que promueven el asombro, el gozo, la risa, las conversaciones, la curiosidad. La enriquecen porque al saber más de algo, ese algo se hace más grande, sea ya el universo infinito, una gota de agua sucia, o un estornudo que acabas de tener.
¿Qué te motiva a apostar por la divulgación?
Me la paso muy bien haciendo divulgación, es decir, disfruto de los detalles de la labor: leer artículos científicos, encontrar las palabras, elaborar los mensajes, buscar las metáforas e imágenes, no entender de lo que se está hablando y hacer el esfuerzo para entenderlo. Pero creo que la motivación más grande es cuando veo que mi trabajo agrada a quien llega, lo comparten, lo usan en clases, me contactan para hacérmelo saber.
¿Cuál es tu formato preferido?
Me gusta mucho escribir artículos cortos que no necesariamente tienen algo que ver con una cuestión noticiosa ni coyuntural.
¿Quién es tu científica favorita y por qué?
Me tardé mucho tratando de responder esto, y creo que la respuesta es que no tengo científicas ni científicos favoritos. Me gusta y uso mucho el libro «Evolution in 4 dimensions» de Eva Jablonka, a quien admiro también un montón. Últimamente la idea de la cooperación y simbiogénesis como motores de cambio evolutivo me resuena con más fuerza que antes, y por lo tanto tengo presente a Lynn Margulis, a quien también admiro mucho. Pero no podría decir que tengo «científicas favoritas». Tal vez entre mis personas favoritas hay algunas que son científicas, y es porque son mis amigas, y ahí hay muchos muchos nombres a mencionar: Ale(s), Alicia, Bianca, Ana, y una larga lista faltante.
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