¿Por qué la acuicultura será clave para alimentar al planeta? Nos lo cuenta Cristóbal Aguilera

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Cristóbal Aguilera (Gestor de innovación) y Dolors Furones (Directora) del centro de investigación IRTA de Sant Carles de la Ràpita

La acuicultura será clave para el reto de alimentar al planeta

«Sumado a la obtención de energía, el mayor reto al que se enfrenta la Humanidad para las próximas décadas, es alimentar a los 9.600 millones de personas que habitarán el planeta tierra hacia el año 2050.

Ante dicho reto, la acuicultura es una de las alternativas más viables para abastecer las necesidades proteínicas de la humanidad. Actualmente ya está jugando un papel crucial a nivel mundial en los esfuerzos por erradicar el hambre y la malnutrición, proveyendo alimentos ricos en proteínas, aceites esenciales, vitaminas y minerales a un amplio sector de la población. Mirando al futuro, FAO estima que para 2030 más del 65% de los alimentos acuáticos procederán de la acuicultura».

Hoy en «Charlando con los expertos” nos adentramos en el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA) para conocer aspectos relacionados con su línea de investigación sobre acuicultura y su gran apuesta por la innovación. Lo haremos de la mano de Cristóbal Aguilera Jiménez (@CAguilera2), Gestor de Innovación y autor del blog Historias acuícolas: La acuicultura desde dentro.

¡Hola, Cristóbal, bienvenido a Social Media en Investigación! Cuéntanos qué es el IRTA y cuáles son sus principales objetivos.

Hola, encantado de estar en Social Media en Investigación. El IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria) es un instituto de la Generalitat adscrito al Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural, aunque opera bajo ordenamiento jurídico privado. Este hecho es significativo ya que confiere a la organización una cierta flexibilidad a la hora de realizar su actividad que es uno de sus signos de distinción.

Su objetivo básico es que la investigación y el desarrollo tecnológico contribuyan al incremento de la producción de alimentos, en un contexto de un mundo cambiante que va a requerir de una intensificación sostenible que garantice la suficiencia alimentaria en un entorno de alto impacto del cambio climático. Obviamente sin perder de vista hacia dónde vamos (alimentación del futuro) y la salud integral. Lo que definimos como una one health. No es un reto pequeño, pero sí apasionante.

Una de vuestros programas de investigación está basado en la acuicultura, ¿en qué consiste?

Podemos simplificar diciendo que es la ganadería del mar, pero nos quedaríamos cortos ya que implica producción de peces, moluscos, crustáceos y algas tanto en un entorno marino como continental. Incluye a una gran diversidad de especies (posiblemente se superen las 400 en todo el mundo) y multitud de sistemas productivos. Desde el uso de espacios naturales de forma extensiva hasta la aplicación de las últimas tecnologías en sistemas altamente complejos y eficientes, muy intensivos como por ejemplo sistemas de recirculación o jaulas en alta mar prácticamente autónomas. Es una producción segura, sana y de calidad, similar a cualquier otra práctica agropecuaria, tal vez incluso superior y con un objetivo esencial, garantizar la producción de proteína procedente del mar para contribuir a alimentar una población creciente.

¿Cuáles son los pros y contras de desarrollar este tipo de prácticas?

Debemos empezar diciendo que es la práctica ganadera que presenta una mayor de proyección de crecimiento, no sólo por el hecho que un 70% de la superficie del planeta es agua, sino porque las alternativas empiezan a escasear. Digo esto porque estamos cerca, si no se ha llegado ya, de agotar la capacidad productiva de los océanos y áreas continentales. Demasiada presión durante demasiados años. Ya no dan más de sí y, sin embargo, el consumo per cápita de productos acuáticos se ha doblado en medio siglo. Esto ha sido gracias a la acuicultura. Por supuesto que no todo es permisible y aunque la acuicultura ya produce más de la mitad de productos del mar que consumimos, no puede permitirse que sea a cualquier precio. Se habla de “la revolución azul”, del “milagro de los peces”… será siempre y cuando seamos absolutamente respetuosos con el entorno y aprendamos a gestionarlo adecuadamente para garantizar que, junto con las pesca, claro está, esto sea posible. Casi siempre los principales problemas que nos encontramos están relacionados con el uso de espacios, que hay que compartir con turismo, industria y otros usos (la mayoría de la población vive en los espacios costeros) que por el momento parecen incompatibles, aunque no lo sean, ya que basta con adecuar la reglamentación, la gobernanza.

Los contras vienen por la dependencia, precisamente, de estos espacios tan preciados y de alto valor, de la dependencia, en gran medida de las harinas de pescado, que proceden precisamente de capturas y de la integración de todo el conocimiento para hacer perdurable esta práctica en el futuro y más allá. Porque seguiremos queriendo disfrutar de productos del mar, frescos, relativamente baratos, saludables, con responsabilidad ética y social y respetuosos con el medio ambiente.

¿Qué hacéis desde el IRTA para mejorar la percepción social sobre los productos de acuicultura que suelen asociarse con productos de peor calidad?

Ésta es una de las grandes asignaturas pendientes que tenemos quienes nos dedicamos a la acuicultura, tanto desde el lado de la industria como productores, comercializadores, prescriptores… como desde el lado de la investigación. Tal vez incluso desde la administración. No hemos sido capaces de divulgar de forma adecuada y correcta lo que hacemos. Sin embargo, notamos como en los últimos años, en las diversas encuestas y estudios de percepción, de los que el IRTA ha participado y ha hecho varios, se incrementa el conocimiento de la práctica y disminuye la parte de la percepción negativa. Hoy podemos decir que la mitad de la población sabe lo que es la acuicultura y acepta su práctica y el consumo. Nuevas campañas, participación en programas de cocina, blogs, charlas y el acercamiento a las escuelas están posibilitando que este conocimiento llegue a la sociedad. Creo que más que cambiar la percepción de quienes ya la tienen muy asumida, se está trabajando, adecuadamente, en proporcionar conocimiento de calidad y contrastado para que la ciudadanía pueda tener opinión propia y bien fundamentada. Que es lo que más falta hace ya que “no se comunica lo suficiente y no sabemos comunicar lo que hacemos”.

¿Y personalmente desde tu blog Historias acuícolas?

Ah, esta es mi guerra personal. En el buen sentido de la palabras. Me di cuenta que explicar lo que hago, de la forma habitual y por los medios habituales, sólo servía para que mis colegas de profesión supieran y, de paso, algún que otro curioso. Más allá del conocimiento científico-técnico, esencial por supuesto, de eso no hay duda alguna. Más allá de eso, digo, no llegaba. Así que me reinventé y mediante el humor, la ironía y la sencillez de conceptos, en clave canalla y libre, me dispuse a contar a qué me he dedicado durante años. Las redes sociales y las nuevas tecnologías han hecho el resto. Ah, y la ayuda de un ilustrador excepcional como es mi hermano (Jesús Aguilera).

historias acuículas cristóbal aguilera

Equipo del blog «Historias acuícolas»

¿Existe alguna relación entre acuicultura y transgénicos?

Formalmente y aunque existe una empresa, AquaBounty, que produce y vende salmón transgénico, el primer vertebrado que se ha hecho, o que está en proceso de aprobación total en EEUU, en Europa no es posible. Por lo tanto más allá de esta experiencia y del conocimiento científico y técnico, no, no existe. No sé qué será en un futuro, estamos acercándonos a una revolución con la edición genómica y creo que va a tener un impacto considerable, pero no solo en la acuicultura, en todas las ciencias. Creo que veremos cosas que nos sorprenderán.

Uno de los grandes retos actuales es hacer frente al cambio climático y desde el IRTA estáis trabajando para crear estrategias que ayuden a disminuir el impacto de la actividad del sector agrolimentario. ¿Qué proyectos destacarías?

Estamos inmersos en una profunda reflexión estratégica en la que el eje más producción con menos recursos y su adaptación al cambio climático es fundamental e impregna la base de casi todos los proyectos que se desarrollan. Destacan proyectos en los que se busca integrar los procesos productivos, el desarrollo de estrategias alternativas a la producción intensiva, el reaprovechamiento y la reducción de los desperdicios, energías renovables, reducción de la degradación de suelos y mares, uso eficiente del agua en todas sus fases, nuevas variedades adaptadas al cambio, recuperación de variedades y tecnología, mucha tecnología sustentada en la IoT (Internet de las cosas) y el conocimiento.

El uso de las tecnologías de la información también han irrumpido en el sector investigación agrícola, en el caso de los drones ¿cuáles son sus principales aplicaciones y beneficios de uso?

Un dron es una herramienta, interesante e importante, pero no deja de ser una herramienta como lo es un tractor, una jaula para peces, un robot. Lo que de verdad da valor es la integración del conocimiento, de lo que desarrollamos a través de estudios y análisis que se transforma en algoritmos y que permite, mediante un dron por ejemplo, o con una sonda en un tractor, o un robot en mitad del mar, monitorizar, obtener información, procesarla, analizarla y dar respuesta ante eventos de extrema complejidad y que requieren de la incorporación de un elevadísimos número de datos. Conocimiento y tecnología, junto con el análisis masivo de datos y el uso de herramientas, como los drones por ejemplo, están posibilitando una nueva revolución. Recomiendo echar un ojo a un reciente artículo que se publicó en The Economist este año The future of agriculture que es un compendio de por dónde vamos y hacia dónde vamos. Muy interesante e ilustrador.

¿En qué consiste tu trabajo como gestor de innovación en el IRTA?

Más o menos, y así suelo explicarlo, viene a ser como escuchar a todo el mundo, intentar entender y transformar el mensaje para que otros lo entiendan y a su vez sean capaces de responder. Es como ir moviendo el dial de la radio hasta que la emisora está lo suficientemente bien sintonizada. Esa capacidad para sintonizar bien los canales es la que me ha permitido escuchar y entender, aprender continuamente y desarrollar capacidades que van más allá del conocimiento. Integración y análisis para proponer alternativas o explorar vías. En definitiva, el esfuerzo que hacemos los que nos dedicamos a esto, tiene más que ver con determinar con precisión el idioma en el que se expresa la colectividad, y hacer posible el alineamiento de las necesidades, consiguiendo la comunión de la creatividad, la innovación y el enfoque hacia el resultado esperado. No siempre será el que más guste, pero sí que será lo más efectivo.

Además de la financiación, ¿cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan los centros de investigación en España para poner en marcha proyectos de innovación?

En los últimos 10 años se ha perdido una gran masa muscular en el sistema de innovación y ciencia del país. Tanta que, en estos momento, creo que estamos en un proceso irreversible. Aunque de golpe volviésemos a estar en los niveles de financiación de hace 10 años, no sería posible recuperar todo lo que se ha perdido. No hay problemas, hay un “problema” y es que este país no ha apostado por hacer una política de crecimiento basada en el conocimiento. Lo único, tal vez destacable, aunque ni mucho menos defendible, es que la elevadísima competencia por los fondos ha hecho que cada vez haya proyectos más sofisticados e imaginativos. Pero se echan en falta muchos otros, especialmente aquellos que sustentan a las nuevas generaciones de científicos y tecnólogos. No hay financiación, no hay nuevas generaciones, no hay nuevas ideas, no hay futuro. A menos que…

El IRTA es un centro de investigación potente en la transferencia tecnológica, ¿cuáles crees que han sido los puntos clave para lograrlo?

No acomodarse y estar muy cerca de los principales actores que conforman la cadena agroalimentaria. Entender el presente y tener capacidad de visualizar los diversos escenarios que conformarán la alimentación del futuro y el futuro de la alimentación, e impulsar cambios en la organización para conseguirlo y así favorecer una investigación más orientada a los retos prioritarios que nos plantean la sociedad y el sector.

He visto en vuestra web que también estáis comprometidos con la divulgación científica y que incluso habéis colaborado en un proyecto de ciencia inclusiva con el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad de Barcelona. ¿En qué ha consistido este proyecto?

Nuestra memoria del 2016 dice que entre proyectos de investigación y actividades contractuales activas se han producido algo más de 1.300. Es imposible conocerlas todas. La transferencia y la comunicación es una línea inherente en la estratégica del IRTA y tiene un impacto brutal en lo que hacemos. Destaca especialmente, por la importancia en el territorio, la divulgación en el área de producción vegetal. Este proyecto, del que conozco poco más de lo que internamente se nos comunica, liderado por mis colegas del programa de horticultura ambiental une varios de los puntos de los que hablábamos en el apartado anterior. Visualizar el futuro mediante el desarrollo de la agricultura urbana y estar cerca de la sociedad y hacerla partícipe como el IMPD de Barcelona. Un huerto urbano en una terraza con tecnología y colaboración con expertos y gestionado por personas con discapacidad. Un proyecto chulísimo que persigue valores sociales, económicos y ambientales.

¿Qué otros proyectos de divulgación científica destacarías?

Creo que lo mejor es echar un ojo a nuestra web o bajarse la memoria de actividades del 2016 y disfrutar de todo lo que hacemos. Hay demasiadas cosas excepcionales.

¡Muchas gracias por aceptar la invitación, Cristóbal! 😉


Foto portada @TuSocialMedia e ilustración de Jesús Aguilera.


Referencias

Claret Coma, Anna. Percepción e imagen de los consumidores españoles del pescado salvaje y del pescado de acuicultura. Universitat de Girona, 2017. Disponible: http://hdl.handle.net/10803/294592

26 noviembre 2016. La acuicultura será clave para el reto de alimentar al planeta. Diario de Almería.


Lydia Gil

6 comentarios en “¿Por qué la acuicultura será clave para alimentar al planeta? Nos lo cuenta Cristóbal Aguilera

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