Grupos de debate en las redes sociales temáticas: Mendeley

Debate redes sociales temátcias ventajas inconvenientes

¿Recuerdas que este blog participa en un concurso de posicionamiento? El reto es enamorar a nuestro amigo Google con la frase “redes sociales temáticas: ventajas e inconvenientes” intentando demostrar que también es posible a través de la colaboración.

Hoy en nuestra sección compartida con Lidia Bartolomé del blog Mis redes sociales no son verticales queremos analizar el funcionamiento de los foros de debate en las redes sociales temáticas.

En los dos debates anteriores sobre “Google plus vs Redes Sociales Científicas” y la “Red social Academia.edu”, hemos observado que nuestros participantes echan de menos los grupos de debate en las redes sociales temáticas. Esta reflexión nos ha llamado mucho la atención, ya que el problema no es que no exista esta funcionalidad en estas plataformas, sino que al parecer pasa totalmente desapercibida o quizá simplemente los investigadores esperan encontrar algo similar a lo que les ofrecen los grupos de Facebook.

Así que hoy os proponemos debatir sobre cómo se podría incentivar la participación en los grupos de debate de las redes sociales especializadas.

Hemos elegido como modelo de estudio los Grupos que ofrece Mendeley, uno de los gestores de referencias bibliográficas más utilizados a nivel mundial, que también funciona como red social científica, desde su versión en línea.

Grupos de debate en las redes sociales temáticas

Grupos de debate en Mendeley

Más de 100.000 grupos de debate disponibles

Mendeley cuenta con más de 106.000 grupos divididos en 25 temáticas de estudio.

Todos los usuarios de Mendeley pueden participar y crear grupos de debate, que pueden ser públicos, privados o de acceso restringido.

Un espacio para el diálogo y la colaboración

Los grupos de Mendeley están pensados para que los investigadores planteen sus dudas, comenten artículos con otros colegas, compartan referencias, descubran artículos de interés y por supuesto, encuentren nuevos colaboradores.

Ayudan a mejorar la marca personal y a difundir las publicaciones del investigador

Mendeley es una herramienta muy potente para el descubrimiento de la información científica. Su base de datos consta de más 100 millones de referencias bibliográficas y su comunidad está formada por cerca de 3 millones de usuarios. ¿Por qué vas a faltar tú?

Estos datos convierten a Mendeley y sus grupos en un espacio interesante para difundir tu producción científica y tener mayores posibilidades para aumentar la visibilidad de tus trabajos.

Visto desde fuera, parecen atractivas las ventajas que ofrecen los grupos de debate, ¿no crees?

Veamos cómo funciona uno de los grupos especializado en Acceso abierto y Repositorios:

  • Está formado por 129 usuarios.
  • Cuenta con 1.532 artículos.
  • Durante 2015, se han añadido más de 200 documentos y se ha compartido un enlace.
  • En general, el grupo tiene muy poca actividad.
  • Sólo se comparten esporádicamente artículos.
  • Es una comunidad silenciosa, ya que las participaciones reciben pocos «Me gusta».

Un éxito a nivel de compartir y difundir el conocimiento, sin duda alguna… pero y el diálogo, ¿dónde queda?

Debemos valorar, si el problema es el entorno, es decir, la utilización de una u otra red social o bien, la actitud mayoritaria de los investigadores que no parecen muy amigos de socializar en espacios virtuales, como si el diálogo restara valor a la documentación que se comparte.

Parece evidente que los usuarios valoran muy positivamente Mendeley en su faceta de repositorio. En los grupos, se comparten casi exclusivamente documentos y el feedback se traduce en unos pocos “like”, el diálogo, simplemente no se produce.

Pero, ¿se comportaría una comunidad de investigadores, de manera distinta en una red social generalista?

Los grupos de Facebook no parecen, de entrada, espacios adecuados para comunidades científicas y los grupos públicos relacionados con la investigación no son abundantes.

Sin embargo, encontramos que algunos grupos tienen presencia en ambas plataformas, como el grupo de Mendeley que hemos analizado Acceso abierto y repositorios con su homólogo Lista Latinoamerica sobre Acceso Abierto y Repositorios, en Facebook. O uno dedicado a la Alfabetización Informacional (Grupo de Mendeley y Grupo de Facebook).

Como queremos averiguar qué grupos funcionan mejor, hemos analizado los datos del mismo grupo en Facebook y hemos encontrado lo siguiente:

Lista Latinoamerica sobre Acceso Abierto y Repositorios

  • Está formado por 1.059 miembros.
  • Se han publicado 50 post.
  • Cuenta con 85 miembros activos.
  • Han obtenido 22 comentarios y 177 Me gusta.
  • Engagement: 12
  • Período: 08/05/2015 – 24/05/2015

Lo primero que llama la atención es la diferencia en la cantidad de miembros de las dos comunidades. Es lógico que en Facebook, un grupo abierto sume bastantes seguidores, otra cuestión es su comportamiento a la hora de compartir e interactuar. Sin ir más lejos, la cantidad de publicaciones es mucho mayor en Mendeley pero ¿qué y cómo se publica en una y otra comunidad?

Mientras que en Mendeley, se comparten documentos alojados en la propia red social, en Facebook, la tendencia es compartir enlaces a otros sitios web relacionados con la temática del grupo que suelen obtener más respuestas en forma de “like” y comentarios.

En general, el comportamiento es más informal en Facebook que en Mendeley, dando la impresión que los investigadores que quieren socializar, prefieren hacerlo en una red social general.

Entonces, ¿es posible incentivar los grupos de debate en las redes sociales especializadas? O, ¿prefieren los investigadores espacios fuera del ámbito académico, donde el ambiente es más distendido?

¿Qué pensáis? Vuestro turno…


Actualización: 04 junio 2015

Algunos de vuestros comentarios en Twitter… Muchas gracias a tod@s!


Foto portada: @RSNoVerticales y @TuSocialMedia

Análisis de grupos de Facebook con Grytics: analytics for groups. Consultado 28 mayo 2015


Lydia Gil

29 comentarios en “Grupos de debate en las redes sociales temáticas: Mendeley

  • Hola a todos y gracias por la nota.

    Pienso que la diferencia está en dos aspectos. Uno es lo que se indica en comunicación científica como comunicación formal e informal, pues aunque ambos son espacios recientes de comunicación científica, Mendeley representa más lo que conlleva la comunicación formal y Facebook la informal, ello conecta al segundo aspecto, la inmediatez y posibilidades de informaciones-contenidos variados. En Mendeley los tipos de contenidos que circulan son normalmente artículos formales mientras que en Facebook son variados, por tanto, aunque pueden en algunas ocasiones tener divulgaciones y prácticas semejantes, estos dos aspectos hacen que sean grupos con dinámicas y hasta usuarios (suscriptores) diferentes, que prefieren uno u otro grupo, o que haya suscriptores en ambos pues saben que encontrarán e interacturán de manera diferente, y ambas les interesan y están dispuestos a participar activa o pasivamente.

    Es una visión rápida de ambos, como administrador de una de las experiencias comentadas en cuanto a la alfabetización informacional. Saludes.


    Alejandro Uribe Tirado
    PhD en Documentación Científica
    Profesor / Investigador – Escuela Interamericana de Bibliotecología
    Sublíneas ALFIN, Altmetrics, Open Access, TIC, E-learning y G.del Conocimiento
    Coord. Grupo de Investigación «Información, Conocimiento y Sociedad»
    Universidad de Antioquia
    Medellín-Colombia
    ***
    auribe.bibliotecologia.udea@gmail.com
    grupoinformacionconocimientoysociedad@udea.edu.co
    auribe@correo.ugr.es
    ***
    https://www.facebook.com/accesoabiertoyaltmetrics
    https://www.facebook.com/ciencia2.0yuniversidad
    http://alfincolombia.blogspot.com
    http://alfiniberoamerica.blogspot.com
    ***
    http://bit.ly/1ngD9Oi (Currículo)
    http://bit.ly/1EuYvyG (Grupo de Investigación)
    http://bit.ly/mfvCdc (Cursos curriculares en Moodle)
    ***
    http://bit.ly/12VWYgS (Publicaciones en acceso abierto)
    http://bit.ly/1HffALS (Índice de citación G. Scholar)
    http://bit.ly/1I4NNPl (Research Gate)
    http://orcid.org/0000-0002-0381-1269 (ORCID / ResearcherID)

    • Hola Alejandro,

      Entonces, los investigadores que apuestan por las redes sociales parece que lo tenéis bastante claro, no? Grupos de Facebook, para charla distendida… Grupos de Mendeley, para compartir artículos científicos…

      Sin duda, los resultados que hemos obtenido de vuestros dos grupos reflejan fielmente ese compartimiento… 😉

      Muchas gracias por pasarte por aquí!

      Un saludo!

    • Gracias, Alejandro,

      Parece que va adquiriendo peso el argumento a favor de combinar los dos tipos de redes sociales segun los objetivos de cada uno o las necesidades de cada momento.

      Un saludo!

  • En mi opinión es más una cuestión de los investigadores que de las propias redes sociales. Puede que tal y como dice Anna se trate de una cuestión de costumbres generacionales y que vayamos viendo poco a poco un cambio, aunque no es esa la impresión que yo tengo en cuanto a mi entorno. Puedo decir que conozco investigadores a los que la era digital les ha alcanzado en su edad adulta y aún así son participantes muy activos en redes sociales, y al contrario, investigadores que aún habiendo conocido el entorno digital desde jóvenes no utilizan las redes sociales en el ámbito investigador (¡hasta hace poco yo estaba incluida en este último grupo!).

    Coincido con Cristina en la teoría del «bar» y el «aula», tal vez las redes sociales temáticas nos hagan sentir cierta presión a la hora de relacionarnos, que nos sintamos más sujetos a una evaluación académica que en una red social generalista.

    Sin embargo creo que el primer problema es el propio desconocimiento de la existencia de algunas de estas redes sociales de temática investigadora y de la posibilidad que ofrecen de interactuar, cuando lo adecuado sería empezar a utilizarlas desde el momento mismo de inicio de la actividad investigadora. Ese aspecto es muy dependiente del entorno de trabajo, está claro que el que los supervisores y/o compañeros de alguien que se inicia en la investigación utilicen este tipo de redes es un incentivo para usarlas.

    Pero además, me da la sensación de que hay una percepción de que no es necesaria la socialización en el ámbito digital, y de que se puede investigar sin participar en las redes sociales (el pensamiento podría ser que al fin y al cabo todos estos años atrás se ha investigado sin necesidad de usarlas, el típico «siempre ha sido así y nos ha ido bien, ¿por qué cambiar?»).

    Sin embargo me parece un gran error, la experiencia que estoy teniendo desde que las uso es muy positiva, y es una pena no sacar partido a los grupos de debate y discusión, que posibilitan contactar con investigadores a los que de otro modo nunca se llegaría a conocer, y enriquecernos con otros puntos de vista. Espero que poco a poco se vaya generalizando su uso, ¡tiempo al tiempo! 🙂

    • Hola Estefanía,

      Muy interesante y enriquecedor tu punto de vista como investigadora.

      Es muy curioso lo que comentas del efecto generacional, ya que podríamos asociar a los investigadores seniors más reticentes al uso de redes sociales y sin embargo, en tu entorno esa premisa no se cumple.

      Como todas las cosas, no todo lo que hay detrás de las redes sociales es positivo, pero creo que poniendo en una balanza pros y contras, se pueden obtener interesantes beneficios al estar presentes… así que me alegro que hayas comenzado a explotarlas…

      Creo que para completar la rueda y dar completo sentido a la presencia en estos medios es fundamental establecer el diálogo, así que ojalá pronto veamos una comunidad científica mucho más activa en los grupos de debate que les proporcionan las redes.

      Muchas gracias por tus comentarios!

      Un saludo!

    • Estoy de acuerdo, Estefanía, el desconocimiento y, también, la falta de formación es lo que mantiene a más de un colectivo alejado de las redes sociales.

      Os pongo un ejemplo que, aunqué muy alejado del ámbito de la investigación, es muy ilustrativo:

      En la biblioteca tenemos un club de lectura de más de 20 años de anitgüedad, formado por mujeres cuya media de edad ronda los 58 (más o menos) . Ya hace años que mantenemos un blog en el cual se publican las guías de lectura e información complementaria. En un momento dado, organizamos unas minijornadas de formación sobre cómo utilizar ese blog para complementar las sesiones presenciales del club. La respuesta no pudo ser mejor! En cuanto descubrieron que era una herramienta a su alcance que les permitía compartir más y mejor, casi todas empezaron a participar.

      Por eso pienso que algo de eso debe de haber en el mundo de la investigación: no se conoce: no se necesita.

      Gracias por tu aportación! 😉

  • Yo creo que estamos en un tiempo de cambio, los investigadores actuales, en su mayoría, no son todavía nativos digitales, se han tenido que reconvertir y, poco a poco, se van incorporando al mundo digital, creo que, para muchos, todavía no es lo habitual o lo normal interactuar a través de las redes sociales de forma masiva, y utilizan otros canales. Yo creo que con el tiempo será así, pero es una transformación que se irá produciendo a medida que los nativos digitales, aquellos que ya han nacido con las tecnologías digitales, se vayan incorporando al ámbito de la investigación y, de alguna forma, forzaran al resto a este cambio. Es solo mi opinión.

    • Hola Anna,

      Muy de acuerdo contigo en que estamos atravesando tiempos de cambios y que los que ya estamos un pelín más encaminados, quizá nos cuesta más adaptarnos a todas estas nuevas formas de comunicación.

      Probablemente, el ámbito científico sea más reticente a ser «social» en las redes, pero de momento, el uso que han empezado a hacer de estas plataformas como vías de difusión de la ciencia y trabajos colaborativos, son muy positivos, ¿no?

      Seguro que pronto nos sorprenden…

      Muchas gracias por tus comentarios…

      Buen fin de semana!

    • Hola, Anna,

      Es lo que ha ido pasando en todos los ámbitos. Yo puedo hablar desde mi experiencia en bibliotecas. Hace unos años, las bibliotecas existían sin las redes sociales, dando servicio a sus usuarios con absoluta normaildad. Hoy en día, todas tienen perfiles en las principales redes sociales generalistas y en algunas especializadas. Dan un mejor servicio a sus usuarios, sin barreras físicas ni de tiempo y se comunican i colaboran entre ellas. Su presencia en redes sociales,ha pasado de ser una opción, a ser una necesidad.

      Gracias por participar! 😉

  • Está claro que cada red social fue creada en sus inicios por un objetivo concreto, el tiempo dirá si una con la otra se mezclan y acaban fusionándose o cada una mantendrá su espacio y función propia.

  • Lo primero que me ha venido a la cabeza reflexionando sobre Mendeley es que el tiempo pasa muy rápido, parece que las redes sociales lleven siglos en nuestra vida y sin embargo, cuando yo estudiaba en la Universidad todavía casi ni usábamos ordenadores, exagero o ya tengo una edad…? empezando el debate, y hablando del tiempo…creo que justamente hay que darle tiempo a las redes sociales temáticas para que sus usuarios se quiten de la cabeza prejuicios y acaben interactuando en los foros como lo hacen en las redes generales. Pienso que en este caso, las herramientas ya existen, y de hecho si los investigadores interactuasen en los foros de debate existentes en la propia Mendeley, ahorrarían tiempo ya que en una misma aplicación puedes encontrar tu espacio para la investiagación y el rigor y al mismo tiempo, tu espacio para la relajación… quizás se vean todavía las redes sociales temáticas como el «aula» y las generales como el «bar» donde vamos todos entre clase y clase…Creo que se trata más de una barrera psicólogia que de oferta…quizás no haga tanto tiempo que funcionen las redes sociales…Y es que el bar puede estar en tu mismo edificio, no hace falta salir a la calle…Aunque nunca imaginaría una red social general como Facebook haciendo la función de red temática…o ya lo hace a veces? por ejemplo con los foros creados por los propios usuarios de Mendeley?

    • Hola Cristina,

      Muy divertida tu comparación entre el bar y el aula… quizá sólo sea cuestión de tiempo como tú comentas, para que se exploten al máximo todas las características que ofrecen las redes sociales especializadas.

      Yo no estoy muy convencida de que Facebook pueda hacer de red social temática, por el tema de ruido y la dispersión que he comentado en otras ocasiones, pero es curioso observar como los mismos integrantes de un grupo en Mendeley deciden abrir en paralelo un grupo en Facebook… No creo que sea una decisión arbitraria y seguramente les proporciona beneficios.

      A mi, lo que llama la atención de los casos que estudiamos es que Facebook saca mejor nota de calle, pero si nos fijamos en el número de usuarios activos, tampoco son cifras muy elevadas, ya que ni siquiera alcanza el 10%…

      Muchas gracias por tus comentarios!

      Un saludo!

      • Hola, Cris!

        No olvidemos que, en el bar, charlando distendidamente, se nos ocurren grandes ideas, nuevos proyectos, maneras de solucionar problemas… Cuando salimos del entorno profesional o académico, podemos llegar a ver con cierta distancia y más claridad nuestro trabajo o nuestros proyectos… A mi me pasa!

        Gracias por venir! 😉

      • Hola Lydia,

        Segun mi experiencia en grupos de Facebook (que funcionan minímamente), alrededor de un 10% de usuarios activos es lo normal. La gracia está en que no siempre son los mismos usuarios. Es decir, los usuarios estan ahí y reciben los avisos cada vez que alguien hace alguna aportación al grupo, a veces intervienen y otras no. El grupo está ahí y lo utilizan segun sus necesidades.

        • Hola Lidia,

          ¿En serio un 10% ya es un porcentaje aceptable? Viendo esos datos desde fuera y sin experiencia en gestión de grupos parece una cifra un pelín pequeña. Hemos visto que es complicado incentivar la participación de la comunidad científica, pero si tuvieras que darles un consejo a los gestores de esos grupos como experta en esas redes, ¿qué les recomendarías?

          Un saludo!

          • Creo que es primordial conocer bien los diferentes perfiles de usuarios de cada grupo y procurar compartir contenidos y generar debate en función de sus intereses.

            La gracia de un grupo, y hablo básandome en mi experiencia en redes sociales generalistas, es que se autogestione, es decir que las interacciones de sus miembros sean suficiente para mantenerlo vivo. Sin embargo, los administradores deben desempeñar el papel de moderador a veces y aportar contenidos otras. Es importante que el grupo tenga unos objetivos claros, unas mínimas normas de comportamiento y que sus miembros cumplan ciertos requisitos.

            Recetas mágicas, no hay.

            Sobre el 10%, piensa que no siempre interactúan los mismos usuarios. Si ese dato de participación se mantiene en un grupo, teniendo en cuenta que hoy tenemos unos miembros activos y la semana que viene tendremos otros, a mi me parece un buen dato.

            Saludos,

            Lidia

  • Hola!

    Quizás el problema radica en la multitud de plataformas que existen y que acaban ofreciendo las mismas funcionalidades. Se acaba duplicando el trabajo… y si una cosa no tienen los investigadores es tiempo…

    Perdidos en mil tareas burocráticas, quizás les guste utilizar cada herramienta para lo que creen que les conviene… Mendeley como gestor de referencias o Academia o Researchgate como repositorio.

    O simplemente, interactúan en otros medios más convencionales, como pueda ser el correo electrónico.

    El día que una herramienta aúne verdaderamente las necesidades de la comunidad investigadora y sepa adaptarse a los cambios, la vida para un científico será más sencilla. Mientras tanto… habrá que ir probando plataformas

      • Hola,
        Estoy de acuerdo con Raquel, hay muchas plataformas y muchas de ellas no se conocen. En cambio, Facebook es más conocido. Por todo lo que habéis presentado, creo que es difícil incentivar los grupos de debate en las redes sociales especializadas, estamos más acostumbrados a hacerlos en redes sociales generalistas. Y hacer esta cambio de una red a otra, creo que cuesta y costará.
        Saludos!

        • Hola Meri,

          Parece difícil, pero nada es imposible, ¿no?

          Sin duda, Facebook es mucho más conocido y quizá lo asociamos todos como el bar que comentaba Cristina, el espacio «perfecto» para socializar…

          Yo quiero pensar que los investigadores terminarán apostando por utilizar los grupos de debate en las redes sociales científicas y creo que el que está demostrando que ésto es posible es ResearchGate con su apartado Preguntas/Respuestas… 😉

          Muchas gracias por visitar el blog y participar…

          Buen fin de semana!

    • Hola Raquel,

      Creo que el «problema» no sólo se aplica a la comunidad científica, ya que cada día surgen nuevas herramientas con funcionalidades muy similares que hacen que todos vayamos un pelín mareados entre tanta oferta que tenemos, pero también creo que es la misma competencia la que hace que cada proyecto tenga que buscar un punto diferencial respecto al resto.

      En este caso, Mendeley se ganó el prestigio como gestor de referencias y se ha «visto obligado» a tener que implementar funciones de red social para ser una herramienta más completa y con mayores posibilidades de sobrevivir a la competencia del mercado.

      Estoy de acuerdo contigo en que probablemente el medio para interactuar que se prefiere es el correo electrónico… al menos, en el ámbito más profesional…

      Muchas gracias por participar…

      Un saludo!

  • Hola,

    Me parece bastante evidente que se trata de expectativas creadas y de imagen pública. Es decir, que las redes sociales especializadas conllevan el mantenimiento de un prestigio (y mucho más en el ámbito académico), se tiende a mantener la «face», la imagen pública, con lo que se crea un clima más cohibido, más centrado en «a lo que vamos» y no se da lo que sí que encontramos en las redes sociales horizontales que viene a ser un «a ver qué ocurre». Es com ir a comprar al supermercado o irte a pasar la tarde a un centro comercial. Cuando vas a comprar objetos de primera necesidad (artículos, tesis, publicaciones, reseñas…) no pierdes tiempo en ver escaparates (comentarios valorativos, puntos de vista jocosos sobre la lectura de un artículo, etc.) porque no son tu objetivo y, además, como nadie o casi nadie más lo hace, te cortas aunque te apetezca. Expectativas en el espacio de relación y autocensura en los comentarios expansivos ( ¡no digo ya los superfluos!), creo que son los mayores problemas para incentivar un flujo mayor de comentarios o Me gusta. Puede que la manera de incentivar, en estas redes sociales, una mayor socialización pasaría por encontrar productos de primera necesidad de calidad alta y, a la vez, originales, sorprendentes, que estimulasen no sólo el cerbro sinó tambien el estómago y el corazón que son los que mueven los dedos hacia los lugares más sociales… emoticonos, comentarios, comparticiones…

    • Hola Josep,

      Interesante reflexión! Pero fíjate que la semana pasada durante el debate de Academia, una de las participantes precisamente resaltaba que para ella, uno de los inconvenientes de esa red social, era la falta de espacio para socializar, ya que Academia permitía descubrir artículos y autores, pero el contacto se tenía que realizar fuera de la plataforma.

      Yo creo que el problema de Mendeley es que la gente lo asocia sólo como gestor de referencias y será difícil que lo saquen de ese encuadre… aunque eso el tiempo lo dirá…

      Muchas gracias por tu visita!

      Buen fin de semana!

        • Hola Lidia,

          ¿Empezamos a ponernos de acuerdo? 😉 … pero fuera de bromas, quizá estas nuevas funcionalidades se utilicen más en los grupos privados, ya que es una forma de facilitar el trabajo en equipo, ¿no? Y supongo que una vez la plataforma ya está preparada para dar el servicio interno, es «sencillo» abrirlo al resto de usuarios y ofrecer a la comunidad una herramienta más completa…

    • Es evidente que las redes sociales generalistas nos distraen y de repente nos encontramos perdiendo el tiempo con un comentario o un vídeo sin saber cómo hemos llegado a él ni cuanto tiempo ha pasado. Y, tal como se ha dicho ya algunas veces en los debates anteriores, los investigadores no tienen tiempo que perder.

      Me gusta tu comparación con el super o el centro comercial! 😉

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Si continúas navegando por Social Media en Investigación, aceptas el uso de las cookies. Más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar